10 de junio de 2010

Danza del Bastón



EL BASTÓN: es un elemento de la danza del vientre.

Danza del Bastón: Suele bailarse con el ritmo saidi. Originalmente es un baile egipcio folklórico, al incorporarse el uso del bastón en la danza del vientre, se han incorporado movimientos básicos de la danza oriental y pasos más folklóricos.

RITMO SAIDI

Ritmo 4/4 (DUM-TAC DUM DUM TAC) originario de El Said del Alto Egipcio, Se utiliza normalmente para la danza del bastón o Raks Alssaya.
Tradicionalmente los hombre egipcios (campesinos) llevaban largos palos para defenderse (Tahibs). Esto derivó a un arte marcial y luego a una danza en la que se semula una lucha de bastones.También era el cetro de poder de los antiguos monarcas faraónicos.
Las mujeres empezaron a bailar con los bastones imitando el baile de los hombres y considerandolo un símbolo de poder. Tiempo después el Raks Alasaya derivó en dos tipos de danza:
- La Tradicional, bailada por los hombres y en algunos casos acompañados de mujeres pero sin bastón.
- La Adaptación hecha por las mujeres, quienes ya no usan bastones sencillos sino que los adornan con cintas brillantes. Por eso cuando se baila, se tiene que tener muy claro la interpretación que le estamos dando.
El estilo es muy peculiar ya que requiere de una destreza, sin perder suavidad ni elegancia. Con el bastón se realizan equilibrios, giros, poses, "bastoneo", vibraciones, etc. Los brazos guian firmemente al baston y acentúan los golpes de cadera . El Ritmo utilizado para esta danza es, sin mas, el Saidi.


Maria nefertari danza oriental

8 de junio de 2010

Los misterios de Oriente a través de sus danzas

Es una de las danzas más antiguas del mundo. Su origen se remonta a miles de años a. de C. En los antiguos templos egipcios se reservaba a pocas mujeres la suerte de bailar delante de los dioses para implorar sus favores, agradecer sus beneficios y ofrecer dones. Con la invasión árabe los sultanes podían conceder privilegios a aquellas que destacaban en sensualidad y belleza. El harén sería un paso inevitable para algunas mujeres que posteriormente conseguirían regalos y favores inimaginables. Más tarde, con la llegada de los turcos, esta danza se enriquecería con mayor calidad técnica sin perder por ello su magia, su esplendor y su misterio.

Personajes del Harén

Las mujeres que vivían en el harén estaban sometidas a un sistema jerárquico que se aplicaba de manera estricta.

La Reina Madre: era la madre del Sultán reinante, soberana del harén después de él. Cuando el sultán era niño, ella aseguraba la regencia del imperio hasta su mayoría de edad.

La Favorita (bas haseki): era la mujer preferida del Sultán y la que le daba el primer hijo macho, heredero del trono.

Las Ikbal: eran las mujeres oficiales del Sultán, cuyos hijos eran considerados como príncipes y princesas. Ellas eran como mínimo cuatro y como máximo siete.

Gedikli kadin: esclava privada al servicio del Sultán, una de sus funciones era el baño de él.

Concubinas (odaliscas): mujeres jóvenes que ocupaban la cama del Sultán y que podían tener hijos.

Gözde: joven esclava del harén, que habiendo llamado la atención del Sultán compartía su cama.

Cariye: sirviente del harén, si era lo bastante inteligente e intrigante tenía la posibilidad de ascender al rango de Gözde .

Los eunucos negros: niños traídos de Sudán ó Abisinia que eran castrados con métodos particulares para hacerles más tarde guardianes del harén. A través de ellos se hacían las comunicaciones con el exterior. A su cabeza el kizlaragasi se ocupaba de la seguridad del harén, la selección de las esclavas y asumía su promoción.

Las esclavas que entraban en el harén debían tener un cuerpo sin defectos y ser muy bellas. Eran presentadas a la favorita por el kizla ragasi, y después confiadas a las cariye experimentadas que se encargaban de su educación. Ninguna de ellas podía compartir la habitación del Sultán a su llegada al harén. Aprendían las prohibiciones de la disciplina del harén y estudiaban música, literatura, danza y canto.

El ideal para cada una de ellas era llamar la atención del Sultán e incluso hacerse amar. Si tenía esta suerte podía incluso obtener el título de esposa del emperador más poderoso del mundo.

Las jóvenes esclavas se vestían y se paseaban para destacar ante el Sultán. Si una de ellas captaba su mirada, ponía en evidencia su encanto y coquetería para responder. El Sultán no mostraba jamás su deseo delante de la elegida, se contentaba con hacérselo comprender por una mirada o un gesto particular, después designaba su deseo a través del intermediario del kizlaragasi a quien pedía que se la preparase.

La feliz elegida era llevada al hammam (baño turco). Se le quitaba todo pelo superfluo, se le perfumaba y se le vestía de bellos atuendos. Después era llevada a la habitación imperial acompañada de música y cantos.

Al entrar en la habitación, se aproximaba suavemente hasta el borde de la cama del Sultán, entrando por el lado donde estaban sus pies. Esta podía ser su primera noche de gloria, puesto que si quedaba embarazada y le daba un hijo, podía llegar a ser una de sus mujeres, o gracias a su sensualidad y habilidad tenía la oportunidad de ser su favorita.

De todas estas luchas y jerarquías habla la película de Frezan Ozpetek "El último harén", con Marie Gillan y Alex Discas que recomendamos, por su fastuosa ambientación y vestuario y el intento de retrato de los personajes que vivieron el hecho histórico del fin del Imperio Otomano y de la llegada de la república en Turquía.


Maria nefertari danza oriental


Historia de la Danza Oriental

La Danza Oriental es una de las danzas más antiguas del mundo, que combina elementos de diferentes países del Medio Oriente y Norte de África, aunque sus orígenes precisos son inciertos.

En los países árabes esta danza se conoce como Raks Sharki que significa literalmente Danza Oriental. El nombre Danza del vientre se empieza a utilizar en el siglo XIX por los europeos que viajaron a los países exóticos en busca de nuevas culturas, costumbres y paisajes. Estos viajeros acuñaron este término sorprendidos por los movimientos de vientre y cadera que no existían en las danzas europeas.

Tenemos que distinguir entre el Raks Sharki (Danza Oriental) y el Raks Baladí (Danza del Pueblo). El raks baladí es una danza más elemental, prácticamente sin desplazamientos y con movimientos de cadera predominantes. El raks sharki es más refinado y rico. Incluye movimientos del folklore egipcio, la danza clásica y la danza contemporánea, con grandes desplazamientos, vueltas y movimientos para todas las partes del cuerpo, aunque los de cadera son también los más importantes.

En algunos pueblos de la antigüedad se pensaba que la fertilidad humana estaba directamente relacionada con la tierra. A las mujeres, que eran las que creaban nuevas vidas, se las atribuía poderes mágicos. Por ejemplo:

En la Anatolya Central y mediterránea (Turquía), hace miles de años, las mujeres tenían danzas rituales en honor a estos poderes mágicos (ceremonias relacionadas con la fertilidad). Los hombres estaban excluidos de estos ritos.

En la antigua Grecia y Roma se realizaban diferentes danzas de la fertilidad basadas en la rotación de las caderas y vientre. Algunas de ellas se realizaban en honor a las diosas. Muchas de estas divinidades provenían del este, en particular de Siria y Turquía. En Chipre, lugar de nacimiento de Afrodita, la diosa Griega del amor y la fertilidad, las mujeres realizaban danzas rituales eróticas acompañadas de cantos y percusión mediante las cuales se ponían en trance. Esto les permitía entrar en contacto con la diosa y que ésta les pasase su poder.

Asimismo, estos ritos o similares tuvieron lugar en Mesopotamia, fenicia, Egipto, Arabia y la India.

En estas ceremonias participaban gran número de mujeres. En ellas se bailaba, se cantaba e incluso en algunas las mujeres se ofrecían a los hombres en honor a la diosa. El propósito de estas ceremonias era traer el poder de la diosa a la tierra y favorecer la fertilidad esta.

Durante el S. IV D. C. el Cristianismo y el Islam pasaron a dominar el Medio Oriente. Aunque tomaron ciertas fiestas y ritos paganos y se los apropiaron adaptándolos a su nueva religión, también destruyeron los rituales con culto a las diosas y trataron de eliminar las danzas femeninas relacionadas con la sexualidad y fertilidad.

Hace siglos, los bailarines, músicos y cantantes eran esclavos. Aunque este estatus luego cambió los intérpretes nunca escaparon totalmente del estigma atribuido a su profesión dentro de los países árabes.

Durante el S. XIX, en Egipto existían dos tipos de bailarinas: las ghawazee (gitanas) que bailaban al aire libre o en el campo, normalmente para audiencias de clase social baja. Actuaban con un pequeño grupo de músicos que solían incluir mizmar, nay y tabla. Las awalim eran más respetadas y además de bailar, cantaban y recitaban poesía. Normalmente actuaban en casas de ricos. Los músicos eran: nay, oud, kanoon y tabla. En ambos casos la danza era improvisada.

Hasta el año 1930, los bailarines habían actuado sobre todo en casas de gente o en cafés. Ese año, en El Cairo, una mujer libanesa llamada Badia Mansabni abrió una sala de fiestas llamada Casino Badia. Esta sala se hizo muy popular. Tenía un programa diverso que se basaba en el oriente y ofrecía bailarines, cantantes, músicos, comediantes y números europeos.

La danza oriental siempre se había bailado en espacios pequeños. En el Casino Badia tuvo que ser adaptada a escenarios grandes. Badia Mansabny además de formar a sus bailarinas trabajó con coreógrafos y bailarines europeos para incluir elementos de otras danzas (ballet). Estas bailarinas actuaban normalmente en grupos, aunque las que destacaban por su talento hacían a veces un solo.

Durante esta época se puso de moda el traje de dos piezas con pedrería y flecos que estaba inspirado en las películas americanas.

En esos años se produjeron un montón de películas en Egipto y era habitual incluir alguna escena de danza o tener una bailarina como protagonista. Muchos cazadores de talentos iban al Casino Badia buscando bailarinas para estas escenas. Las bailarinas actrices tuvieron mucho éxito entre el público.

Muchas de estas bailarinas descubiertas en el Casino Badia llegaron a ser estrellas de cine muy populares y adquirieron un estatus que nunca antes habían tenido. Como Tahia Carioca, Samia Gamal, Naima Akef y Nadia Gamal.

Actualmente, la danza Oriental en la mayoría de los países árabes es parte de la cultura y una celebración sin un espectáculo de danza oriental no está completo. En los países árabes donde más se ha desarrollado en los últimos tiempos es en Egipto, Líbano y Turquía, aunque cabe destacar que también se ha desarrollado en algunos países europeos y de América debido a la emigración árabe, como en Alemania, Francia, Brasil y USA.

Las bailarinas famosas suelen bailar en los clubes de los hoteles de cinco estrellas, llevan una orquesta de al menos treinta músicos con instrumentos tradicionales y modernos. El vestuario suele ser exclusivo y el espectáculo está completamente coreografiado. El primer número suele ser una música especialmente compuesta para ellas seguido de una variedad de canciones populares.

Algunas bailarinas famosas de hoy son: Fifí Abdú, Nagwa Fouad, Amani, Mona Said, Dina, Laila Haddad y Soraya Hilal.

Prácticamente todas las mujeres árabes bailan raks báladi, aprenden desde niñas en las fiestas y reuniones familiares, pero son pocas las que se animan a ser profesionales, porque ser bailarina no está bien visto en una sociedad tradicional musulmana.

Maria nefertari danza oriental


7 de junio de 2010

الرقص الشرقي



الرقص الشرقي يحسن المزاج ويعزز الثقة بالنفس

Maria nefertari danza oriental


6 de junio de 2010

Beneficios que aporta la danza del vientre..................فوائد الرقص الشرقي


Por qué practicar danza del vientre?
Independientemente de la vida que llevemos, más o menos sedentaria, más o menos agitada; hay un denominador común en la vida de gran parte de la población urbana, y está compuesto de varios ingredientes: el exceso de responsabilidades, las presiones constantes, la exigencia de dominar el tiempo; dejándonos vacíos de energía y con la sensación de estar “desafinados", nuestro cuerpo en desequilibrio, un instrumento que no está emitiendo la musicalidad que lograría si se encontrara en paz. Podemos afirmar que existen maneras de vencer las barreras inconscientes (y también de lidiar un poco mejor con las
contextuales) que impiden un armonioso desarrollo del ser, en tanto unidad física, mental y afectiva indisoluble. Lejos de pretender que la danza del vientre sirva, sin otros elementos que la ayuden, como terapia para ciertas patologías que hacen que el organismo actúe “desafinado”, sí estamos en decir que la danza del vientre puede colaborar en la búsqueda del equilibrio perdido, y que contribuye ampliamente a la conscientización de los mecanismos corporales fundamentales, en especial los del centro de gravedad y de fuerza vital del organismo (que es lo que más se trabaja en la danza del vientre tradicional); proceso fundamental para lograr el autoconocimiento que necesitamos para desenvolvernos en la sociedad.

Decir que, como bailarina de danza del vientre, puede experimentarse una sensación de poder absoluto tan sólo practicando una suave ondulación, sin siquiera desplazarse por el espacio; parecería, en una primera instancia, una apreciación muy exagerada. Pero, si notamos que esta zona es, además del centro mencionado, donde se encuentran los órganos de asimilación y eliminación, donde se producen las células sexuales dadoras de vida, y finalmente en caso de la mujer, donde se produce la gestación, habiendo sido en algún momento canal de vínculo entre madre e hijo, no es difícil deducir el por qué de esa fuerza, de esa potencia, que da estabilidad, que se nutre de la tierra, que es el centro de poder de ese microcosmos que es el ser humano. Paradójicamente, esta región del cuerpo, que es la central, y con la que debiéramos estar más conectados, resulta ser de las más oscuras en cuanto a la capacidad que tiene el yo para percibirla, para concientizarla; las regiones más perceptibles dentro de la imagen corporal son las manos, los pies, la cabeza; el vientre es una zona que soporta las más comunes represiones y bloqueos, su rigidez está relacionada a actitudes defensivas, con negaciones frente al placer y el bienestar que puede dar un vientre relajado y libre.
En esta porción occidental de la Tierra que nos toca habitar, desde pequeños, al menos a muchos de nosotros, estuvimos acostumbrados a esa noción de que lo realmente importante era tener brillantes ideas, que la verdaderas cuestiones reveladoras de los misterios de la vida surgían de las funciones intelectuales; y no es que el pensamiento sea un producto despreciable, al contrario, es uno de nuestros tesoros; es que el ser humano, al ser un todo inseparable, un ser completo, no puede desligar el cuerpo del intelecto; una persona madura debe poder conocer su cuerpo, sus procesos, sus
limitaciones, sus capacidades, y al mismo tiempo ser capaz de pensar, de reflexionar, de tener una actitud crítica frente al mundo; hoy en día pareciera, y más que nada en esta noción de “virtualización” del hombre, que el cuerpo sobrara en la mayoría de los momentos, que la carne fuera un estorbo en la comunicación con el otro. Particularmente, la práctica de la danza del vientre nos da bases para afirmar que, al comenzar a tener consciencia de nuestro cuerpo, de sus posibilidades de acción, de su “estar en el espacio”, todos, absolutamente todos los valores aprendidos de manera meramente intelectual, se resignifican y toman otra dimensión, porque se los comienza a conocer desde uno mismo, con filtros propios, pero desde un “ser mismo” completo, íntegro, consolidado. Como sabemos en el mundo oriental, jamás se perdió la noción de “centro” en contraposición a la reivindicación de las funciones intelectuales a la que asistimos en este hemisferio del planeta, al respecto, y citando a Dropskyes en la unión de la cabeza con sus valores de conciencia y del vientre con sus valores instintivos donde estriba la única posibilidad de una verdadera madurez humana”, agreguemos los factores emocionales, y concluimos en que la danza del vientre puede resultar una excelente catalizadora de estos tres aspectos que constituyen al ser como unidad y una ruta de retorno a la propia naturaleza, que se ve obturada muchas veces por los estilos de vida que llevamos.

Beneficios psíquicos y emocionales...فوائد نفسية


Si nos abocamos específicamente a la finalidad de la danza oriental, debemos retrotraernos a la prehistoria y señalar que el objetivo de este baile es hallar la armonía entre el cuerpo y el espíritu, y el medio es la contracción y relajación muscular en la parte inferior del tronco mediante movimientos circulares, a diferencia de otros que suelen centrarse en los músculos de las extremidades. El entrenamiento de la danza del vientre repercute en otras partes del cuerpo, fortaleciendo los músculos del abdomen, la parte inferior de la espalda y en particular la pelvis. Este último punto deja entrever la sabiduría de nuestros antepasados, dado que el movimiento circular de los músculos del abdomen implica una presión interior sumamente útil para el procesado de desechos en el cuerpo humano. Además, la danza tiene una doble función, por una parte nos invade de endorfinas el cerebro y aumenta la dopamina, por lo que obtenemos más relajación natural, y por otra nos hace vencer la inercia de permanecer sin hacer nada.

Por otro lado, la danza coordina los músculos y los nervios con la mente. Cuando el oído capta la música, tranquiliza, el cuerpo se manifiesta y se fusiona con la melodía o el ritmo desencadena en una sensación sumamente placentera que podríamos llamar felicidad. De hecho, la medicina utiliza actualmente la danza y la música como terapia; y a pesar de que la danza no es capaz de curar muchas enfermedades psicológicas o psiquiátricas, contribuye a curar la depresión, el nerviosismo y la neurosis, patologías corrientes en nuestros tiempos. Ahora bien, volviendo específicamente a la danza oriental, debemos decir si vemos a una bailarina talentosa, notaremos que en esta danza el sonido parece brotar del propio cuerpo, sea una música melodiosa o un ritmo rápido a base de tambores, así, podemos enumerar algunos de los beneficios emocionales de practicar la danza del vientre:

  • Desbloqueos. Provoca el desbloqueo físico, psíquico y mental que induce a generar cambios de actitudes, y a sentir más seguridad ante la vida.
  • Expresión de emociones. Se trabaja con estados anímicos tales como la tristeza, la alegría, la picardía, la dulzura, que se reflejan en el cuerpo, es una danza que es capaz de traducir lo qué sucede en el interior de la bailarina, encontrando en esta forma de manifestación un gran alivio, tranquilidad y armonía.
  • Fomenta la creatividad. Es una danza que valora la capacidad de improvisación, de creación de la intérprete, de la expresión de sentimientos, es un medio para “contar una historia”, valora la espontaneidad, cosa que no sucede en todas las danzas, y mucho menos en la vida social.
  • Ayuda a recuperar la confianza en uno y a vencer viejos miedos. A lo largo de la vida, podemos construir ideas negativas acerca de nosotros o de nuestro cuerpo, generando complejos e inseguridades. Esta danza contribuye a desacartonar nuestro comportamiento, a movernos de manera más natural y sencilla.
  • Realza la feminidad. Ayuda a conectarse con la esencia de lo femenino, y pudiendo a la vez explotar ese poder de seducción, venciendo prejuicios impuestos por la sociedad. El erotismo sólo se encuentra en la mirada del que observa.
  • Ayuda a mejorar la comunicación. El bailar con otros, ya sea en danzas grupales improvisadas, o mismo el sólo hecho de compartir un espacio donde utilicemos este lenguaje corporal, hace que nos desinhibamos y creemos lazos con nuestros compañeros, muy diferentes a los que se crean fuera de ese ámbito.

Beneficios físicos...فوائد جسمية

  • Rigidez. Gracias al trabajo por separado de cada parte del cuerpo como cadera, caja torácica, pecho, hombros, cabeza, etc, permite el desbloqueo, la fluidez y la coordinación; y la eliminación de los conocidos nudos de tensión que se forman ya sea por estrés, cansancio físico, o la carencia de ejercitación de ciertos músculos.
  • Mejor circulación. Al ejercitar los músculos, éstos necesitan más oxígeno, y el sistema circulatorio trabaja para dárselo, así que el corazón late más rápido, haciendo que la sangre fluya con más intensidad limpiando las células de toxinas y que el metabolismo trabaje a un nivel de regeneración adecuado.
  • Reducción de la presión sanguínea.
  • Dolores menstruales y aparato digestivo. Se ha comprobado que los dolores amainan gracias a los movimientos pélvicos que masajean la zona haciendo que trabaje mejor internamente, sin necesidad de recurrir a la química. Sabemos también que dichos movimientos ondulatorios, favorecen la eliminación de desechos, dado que ayudan al funcionamiento del aparato digestivo.
  • Vicios posturales. Hoy en día, debido a ciertos trabajos, tendemos a distraer la postura adecuada creando a la larga problemas serios y con consecuentes dolores. La postura que se mantiene en esta danza elimina los malos hábitos y proporciona mayor flexibilidad en la espalda ya que busca el eje y el equilibrio de una forma relajada y natural.
  • Evita la artrosis. Armoniza la función de los músculos con los cartílagos y las articulaciones. El ejercicio estimula a estas “visagras” del cuerpo a hacerlas móviles y las alimenta con las lubricaciones naturales del organismo. El llevar una vida sedentaria provoca la pérdida de este proceso natural y la consecuente pérdida de la elasticidad. La danza del vientre estimula el movimiento fluido por el cuerpo, cosa que otras danzas no logran.
  • Quema calorías. De acuerdo con diversos estudios, la danza quema entre 250-300 calorías por hora.
    Por último, señalaremos que los antiguos egipcios tomaron al baile como un deporte, volviendo sus cuerpos más resistentes, superando en muchos casos la esperanza de vida a la de los egipcios contemporáneos.

Maria nefertari danza oriental

DARBUKA...دربكة

Esta vez les traigo información sobre un instrumento de percusión árabe llamado DERBAKE (دربكة):

El origen histórico del derbake (دربكة) o darbouka (دربكة) no se conoce con exactitud, aunque se puede especular su aparición ya que se han encontrado restos de cerámicas en el neolítico.

En cuanto al origen geográfico también hay dudas al respecto, algunos lo atribuyen al mundo árabe y otros al egipcio. Su nombre podría derribar de la palabra árabe DARBA (ضربة) que significa GOLPE.
Es un instrumento originario de la zona del Golfo Pérsico.
Se trata de un tambor en forma de copa o florero del mundo islámico que también recibe los nombres de darbouka
(دربكة) , tombak o zarb. Está fabricado en arcilla, metal o madera y posee un solo parche. Se coloca horizontalmente sobre el muslo del ejecutante y se golpea con las palmas y los dedos. La afinación puede variar si se presiona la piel con una mano y se golpea con la otra. Construido originariamente en greda, un tipo de arcilla, y también en metal. Se utiliza cuero de pez o cabra para percutir. Instrumento esencial en las danzas árabes, como la del vientre, su intervención es solista, es más libre que la del resto de los instrumentos del conjunto. El derbakista (الطبال او الدربكسة ) debe tener una conexión total con los movimientos de la bailarina y acompañar cada movimiento que ésta realice.

La versión moderna de este instrumento puede estar construida en fibra y los parches ya no son de animal sino de plástico, similares a los de batería.

Técnica...التقنية

Este instrumento tiene un sonido agudo utilizado como solista dentro de un conjunto de instrumentos de percusión. La afinación puede variarse si se presiona la piel con una mano y se golpea con la otra. De la gran cantidad de pulsos, hasta 48, que conforman la estructura rítmica de la música árabe, se encuentran tiempos fuertes (DUM... دم) y tiempos débiles (TAK...تك) Los patrones rítmicos son largos, si a eso le sumamos que los ejecutantes adornan estos patrones dependiendo del estilo y situación musical, a veces es difícil comprenderlos y solo son identificables por medio de los tiempos fuertes.
La enseñanza del toque del derbake (
دربكة) se transmite tradicionalmente de manera oral a través de vocablos que son las onomatopeyas de los golpes al igual que el jambré y otros instrumentos de percusión antiguos.

Existen dos formas diferentes de sujeción del instrumento para su interpretación: una típica árabe, en la que sentado sobre una silla, el instrumento se coloca en el lado izquierdo sobre el muslo, sujeto por la pierna y el brazo de este lado tocándose con la palma de la mano derecha y dedos de la izquierda; otra en la que, igualmente sentado, el instrumento se coloca entre las rodillas y se toca con las dos manos.

Los golpes del derbake (
دربكة) son dos los principales, y hay cuatro más a su alrededor. Se deben practicar intensamente todos para lograr un buen entendimiento con el instrumento y no distraernos con las caderas danzantes de las bailarinas.

DUM ( دم) Golpe de tono bajo con la mano derecha en el medio del parche.
TAK (تك) Golpe de tono alto. La línea que separa la palma de los dedos coincide con el margen del tambor.

k... Como el TAK (تك ) pero con la mano izquierda

p... Es un golpe k amortiguado el parche con la otra mano ahuecada

S... Golpe palmada acentuado con la mano derecha
r... roll de dedos


Maria nefertari danza oriental

5 de junio de 2010

La reina Nefertari, por la que brilla el sol.................... الملكة نفرتري التي للأ جلها تبرق الشمس



Nefertary Meritenmut fue una reina egipcia de la dinastía XIX, la Gran Esposa Real de Ramsés II el Grande, uno de los faraones más poderosos. Jugó un importante papel como esposa real, estando dotada de una brillante mente política. Fue enterrada en la necrópolis tebana, en una tumba bellamente decorada.

Orígenes...اصولها

Una de las grandes incógnitas que rodean a esta reina es su lugar de nacimiento y su familia. Su esposo, el futuro faraón
Ramsés II, se cuidó mucho de ocultarlos, aunque está claro que la veneración que tuvo en vida, así como algunos de sus títulos, demuestran un origen noble, si no real.
El hallazgo en su tumba del pomo de un cofre en el que aparecía un cartucho del faraón Ay no hizo más que aumentar las sospechas de que
Nefertari estuviese emparentada con la extinta dinastía XVIII, cosa que también parecía corroborar su propio nombre, heredero de la matriarcal ya divinizada, la reina Ahmose-Nefertari. De ser así, es probable que Nefertari proviniese de la ciudad sureña de Ajmin, y de que Ay, cuyo nombre estaba siendo perseguido por los faraones de la dinastía XIX, incluido el propio Ramsés II, podía haber sido su bisabuelo, su abuelo o su tío.
Suponiendo que
Nefertari estuviese emparentada con la dinastía XVIII y con la línea de Ahmose-Nefertari, bien podía haber sido hija o nieta de Najtmin, a su vez hijo de Ay, o incluso podía ser la hija de la fantasmal reina Tanedyemy, cuyo papel aún no está claro, pero que podría haber sido nieta de Ay, hija de Horemheb y esposa de Sethy I. De ser así, Ramsés II y Nefertari habrían sido hermanastros.

Gran Esposa Real del "Hijo de
Ra"...(زوجة الملك (ابن را

Nefertari se casó con el príncipe heredero Ramsés cuando aún ambos estaban en la adolescencia, alrededor de los quince años de edad. Por aquellos años Ramsés aún no había sido designado corregente, y ya estaba casado con otra mujer, Isis-Nefert, cuyo papel pronto desplazaría Nefertari.
Al asumir el trono,
Ramsés II ya tenía varios hijos, tanto de Nefertari como de Isis-Nefert, y ascendió a ambas al rango de grandes esposas reales. Sin embargo, Nefertari fue la reina por excelencia; su particular carisma y el profundo amor que le profesaba Ramsés II sumieron en la sombra a todas sus rivales, y la convirtieron en la mujer más importante del reino, por encima incluso de la reina madre Tuya.
Mas
Nefertari no fue sólo la esposa bienamada de su rey. Fue una verdadera mujer de estado, que propició el cese de hostilidades entre Egipto y el Imperio Hitita con sus cartas de paz al emperador Hattusil III y a su esposa, la también influyente emperatriz Putuhepa. El resultado fue el conocido como "Tratado de paz perpetua" (Tratado de Quadesh). Conocida en aquellos lugares como la reina Naptera (una deformación de su propio nombre), propiciaría la paz entre las dos potencias del momento, papel que la acabaría de consagrar al lado de su amante marido.

Titulatura...

Pequeña escultura de
Nefertari, con su nombre grabado en un cartucho, situada junto a la colosal estatua sedente de Ramsés II, en Abu Simbel.
Nefertari, como se ha visto antes, no se contentaría con habitar en el harén real y dar hijos a su marido. Como hizo cien años atrás la reina Tiy, asumió un papel político y religioso que no volvería a alcanzarse por ninguna mujer hasta los tiempos de Cleopatra (exceptuando a la efímera faraona Tausert). Ramsés II aceptó e incluso promocionó esto, y la gran esposa real Nefertari, fue, entre otras cosas:
Señora de las Dos Tierras; que podría decirnos que
Nefertari asumiría la regencia mientras su marido participaba en la guerra contra los hititas o en sus campañas contra los nubios.
Señora de todas las tierras; título muy infrecuente, que elevaba a
Nefertari a un estatus paralelo al del faraón.
Esposa del dios; aunque por entonces sus funciones y su poder no tenían nada que ver con la importancia que adquirió en tiempos de la dinastía
XVIII, Nefertari ostentó un título que en su tiempo ya habían llevado Ahmose-Nefertari o Hatshepsut.
Princesa Heredera; que parece confirmarnos un origen real.
Por la que brilla el Sol; el título más hermoso que poseyó, único en la historia egipcia, y símbolo del amor de
Ramsés II por su esposa.
Aunque, sin lugar a dudas, el título mejor conocido de
Nefertari sería el que le acompañaría ya siempre como un segundo nombre, el de Amada de Mut. Así, no es de extrañar que muchas veces aparezca con el nombre de Nefertari-Merienmut (Nefert-Ary Merit-En-Mut).

Abu Simbel...

Templo de
Hathor de Abu Simbel.
Resulta insólito que un monarca siempre tachado de megalómano y egocéntrico como fue
Ramsés II tuviese una debilidad tan clara como la que sentía por Nefertari. No sólo la colmó de honores en vida, sino que además se aseguró de que fuera conocida durante toda la eternidad. En la mayoría de las estatuas en las que aparece Ramsés II suele venir acompañado por Nefertari (aunque de mucho menor tamaño que su marido), y, lo que es más importante, tuvo el inmenso honor de ser deificada en vida, algo impropio de una gran esposa real.
El mejor testimonio del amor de
Ramsés II y de Nefertari es el templo más pequeño de los dos que hay en Abu Simbel. Mientras que el mayor estaba dedicado a Amón, Ra-Horajty, Ptah y Ramsés deificado, el menor era exclusivamente de la diosa Hathor, personificada en la figura de Nefertari. Sólo hay que ver la dedicatoria de la entrada de ese bello templo, lleno de imágenes de Nefertari y de sus hijos, para comprobar lo que sentía el faraón por su reina:
[...] Una obra
perteneciente por toda la eternidad a la Gran Esposa Real Nefertari-Merienmut, por la que brilla el Sol.
Sin duda, la tumba más célebre del valle es la
impresionante tumba de la reina Nefertari, esposa de Ramsés II. Está señalada con el número 66 y nada en el exterior preludia lo que esconde en sus entrañas. Fue descubierta en 1.904 por el italiano Schiaparelli.
Se accede a ella por una curiosa entrada formada por una rampa que conduce a un vestíbulo. Un segundo corredor, también con rampa, a cuyos lados descienden dos escaleras, nos lleva a la Cámara del Sarcófago desde donde se abren otras pequeñas cámaras más. La disposición es muy similar a la tumba número 80, que perteneció a
Tuy, madre de Ramsés II. Goza de espléndidos y refinados dibujos sobre sus muros, elaborados por un artesano muy hábil que supo recoger fielmente la belleza de su reina. El color fresco, palpitante e impresionante, realmente conmociona y no podemos dejar de pensar que Ramsés II no pudo construir una tumba más bella para aquella que amó tanto. Los trazos son seguros, las imágenes perfectas y los dioses parecen salir de los muros para dejar patente que protegen a una gran reina, que guardan a la esposa de un gran faraón.

Descendencia...

Ramsés II tuvo al menos 152 hijos e hijas, nacidos de sus grandes esposas reales, esposas secundarias y concubinas. Sin embargo, sólo unos pocos alcanzarían una relevancia notable y entrarían en la carrera sucesoria. Éstos serían los vástagos nacidos de las dos primeras esposas del faraón, Nefertari e Isis-Nefert.
Ignoramos las relaciones que hubo entre estas dos mujeres, pero se suele pensar que llegó a haber intrigas entre ellas, y que las
desapariciones de ambas, así como de algunos príncipes, pudieron ser debidas a las disputas palaciegas entre ambos bandos. Pese a que es lógico que Isis-Nefert no consintiera en ser desplazada por Nefertari, nada de esto está demostrado, y aunque se sabe que la batalla por la sucesión la ganó la familia de Isis-Nefert, hubo algunos hijos de Nefertari que alcanzaron una edad avanzada.
Nefertari tuvo al menos seis hijos con Ramsés II, aunque pudieron ser más. Sus nombres fueron:
Amenhirjopshef. Su nombre de nacimiento fue Amenheruenemef, y era el primogénito de Ramsés II. Nació al menos cuatro o cinco años antes de que su padre fuese coronado. Ostentó el título de General de los Ejércitos, y gozó de gran importancia hasta su muerte, entre los años 26 y 31 del reinado de su padre.
Paraheruenemef. Era el tercer hijo varón de Ramsés II, y el segundo de los nacidos de Nefertari. Participó en la Batalla de Kadesh, y fue condecorado como Valiente del Ejército y llegaría a ser el Primer Oficial de Carros. Murió joven, en torno a los años 20 a 28 del reinado de su padre.
Meritamón. La cuarta de las hijas del faraón. Era la viva imagen de su madre, y al desaparecer ésta se casó con su propio padre y fue gran esposa real. Heredó muchos de los títulos de Nefertari, y además fue cantora del templo de Amón y sacerdotisa de Hathor. Se cree que murió a finales del largo reinado de Ramsés II.
Meriatum. Nació cuando su padre ya era faraón, y fue el sexto hijo varón. Existen pocos vestigios de él, pero parece ser que llegó a ser Sumo Sacerdote de Ra en el templo de Heliópolis y que murió en el año 47 de Ramsés II.
Merira. El undécimo varón. No sabemos qué cargos llegó a desempeñar, aunque aparece junto a su madre y a sus hermanos en Abu Simbel y en otros pocos lugares. Parece ser que murió en torno a los años 26 a 36.
Henuttauy. Fue otra de las hijas que se casaría con su padre a la desaparición de Nefertari. Sin embargo, al contrario que su hermana, la bella Meritamón, no fue gran esposa real. Sería enterrada en el Valle de las Reinas en la tumba QV73.
Nefertari II. Ignoramos si la madre de esta princesa fue la propia Nefertari, o quizás alguna de sus hijas que más tarde se casarían con Ramsés II.

Muerte de la reina...موت الملة

Suele haber unanimidad respecto a que
Nefertari murió en torno al año 26 del reinado de Ramsés II, cuando contaría entre cuarenta y cincuenta años. En aquel momento es muy posible que los templos de Abu Simbel aún no hubiesen sido terminados, pues la decoración posterior del templo de Hathor tiene fragmentos que aluden a la muerte de Nefertari.
Quizás la gran esposa real aún siguiese con vida a finales de la
construcción, pero no cabe duda de que la inauguración posterior fue realizada por Ramsés II y que su acompañante era Meritamón, la hija de Nefertari. ¿Estaría Nefertari a punto de morir por entonces, tan enferma que no pudo dirigir la ceremonia, o es que ya había muerto? Ignoramos también las causas de su muerte: enfermedad, muerte natural, asesinato por el bando de Isis-Nefert...
Sea como fuere,
Nefertari-Merienmut, por la que brilla el Sol, se había hecho inmortal. El afligido Ramsés II hizo construir para ella la tumba más grande y bella del Valle de las Reinas (y para muchos, la más hermosa de todas las tumbas egipcias), la QV66, descubierta a comienzos del siglo XX y que aún sigue despertando nuestra admiración.

Maria nefertari danza oriental